Época: Años 60
Giuseppe Rivadossi (Nave, 8 de julio de 1935) Mesa "Romanino", finales de los 70 Cm 76 x 175 x 74 Tablero de roble sostenido por dos patas lineales que terminan, en la parte inferior y superior, con ejes transversales que permiten un bloqueo sólido del tablero y un apoyo seguro de la mesa en el suelo. Las patas están unidas por un eje horizontal fijado a las mismas mediante ingeniosos injertos. Realizado con ejes de gran espesor trabajados con la gubia, dando gran relieve al veteado de la madera, esta elegante y lineal mesa presenta todas las características peculiares de las realizaciones del Maestro. También se dedica especial atención a los injertos (véase aquellos que unen las patas y el gran travesaño horizontal y entre las patas y el tablero) que, además de bloquear con seguridad las diversas partes que componen la mesa, le confieren una gran agradabilidad estética. Tras heredar el interés por el arte de su padre Clemente, Rivadossi comienza oficialmente su carrera artística en los años sesenta, acercándose al estudio de los muebles y de la escultura en madera, yeso, terracota y bronce. Múltiples son, por tanto, los materiales usados en sus realizaciones, siempre inspiradas en el hombre, en sus valores y en su “vivir”. Obras del Maestro Giuseppe Rivadossi están presentes en sedes institucionales y en importantes colecciones privadas. Dice Giuseppe Rivadossi: He visto trabajar la madera desde que era niño. Hasta los años 60”, donde ahora vivo, la relación hombre-hombre, hombre-naturaleza, estaba todavía basada en una ética antigua. Luego llegó la industria y con ella tuvo inicio el saqueo. La esperanza de una vida menos dura se transformó pronto en una amarga constatación. La nueva tecnología que debía ser solo un instrumento más perfeccionado se reveló un instrumento de frustración y de disgregación general. En esta situación siento cada vez más profundamente la necesidad de expresar ese sentido de unidad de fondo del existir, como idea base que no hay que perder o que hay que reencontrar a toda costa cada día y en cada cosa. Ahora estas imágenes, estas esculturas y estos muebles nacen desde lo profundo de mi experiencia como un canto, de esa esperanza y de esa única alternativa que tenemos delante más que de nostalgia por el pasado. La obra, como cualquier otro objeto nuestro, será vendida con certificados de autenticidad y lícita procedencia. Nos encargamos y organizamos personalmente el embalaje y el envío de nuestras obras de arte, con seguro, en todo el mundo.